What a silly old bear...

Christopher Robin llegó a los cines el pasado 3 de agosto para sorprendernos con una historia llena de amor, lecciones y por qué no, un par de chistes nuevos.

Durante los últimos años, Disney ha llevado a los cines películas que su público ha pedido durante 20 años, tales como la recién estrenada película de Los Increíbles 2, el remake de Mary Poppins o versiones en Live-Action de sus clásicos como La Bella y la Bestia, El Libro de la Selva, La Cenicienta y recientemente con el tan querido Winnie the Pooh, Christopher Robin.

Ésta última dirigida por el mismísimo productor de Guerra Mundial Z, Marc Foster y protagonizada por Ewan McGregor da a la audiencia, como siempre, lo que desea ver. Christopher Robin cuenta la historia del mejor amigo de Winnie the Pooh tras haber crecido, madurado, creado su propia familia, haber obtenido un trabajo y vivir como cualquier adulto en Inglaterra después de la guerra. La angustia de Christopher parece llevar a su gran amigo Pooh a Londres, donde se reencontraría con su mejor amigo y lucharía por ayudarle a enteder que es lo realmente importante en la vida de Christopher, lo cual es para Pooh y sus amigos una gran nueva aventura.

Aunque tiene un inicio considerablemente lento, es una historia digna de un gran clásico y siempre buscado personaje de Disney, no solamente dando confiablemente una historia y propuesta nueva de un personaje tan antiguo, sino que también rindiedo tributo a todas las historias previas que han hecho de Winnie the Pooh un personaje tan icónico de Disney y a Christopher Robin su fiel acompañante de aventuras.

Personalmente, me parece que es un largometraje con personajes infantiles que en su historia tiene contentido principalmente para adulto, Disney sabe que es un personaje seguido por personas adultas que crecieron disfrutando de las aventuras de Winnie the Pooh y tal como Christopher Robin han crecido y perdido la magia de ser un niño. Riendo de los comentarios de Igor, contagiándose de la alegría de Tigger, comprendiendo de la angustia de Piglet y amando la inocencia de Pooh, todo adulto disfrutará de esta nueva versión de un clásico. No será la mejor película, pero no significa que sea mala.